…EN LA CIUDAD…

Exposición individual de Paz Aymerich, comisariada por Conchi Álvarez.

La individual de Paz… ¡por fin!. Tras disfrutar “…en los comienzos”, su iniciación en Stoa, esperábamos ávidos este momento. Nos impactó entonces la frescura, soltura y, sobre todo, la carga sentimental contenida en cada obra. Había mucha Paz en las ciudades de entonces y, si existió alguna duda sobre si podría superarse, sobre si ya lo había dicho todo, esa duda se despeja ahora.

En esta exposición muestra su alma aún con más atrevimiento y desgarro, casi descaradamente. Es nuestra Paz, más segura de su buen quehacer, más madura, pero también, más consciente de la responsabilidad que adquiere con cada nueva obra.

“…En la ciudad” podemos sentir sus sentimientos y pensar sus pensamientos, y en esta ocasión, gracias a su generosidad, también leerlos, pues Paz ha plasmado por escrito, de algunas obras, bocetos rápidos con sus pálpitos y reflexiones. En total una Exposición de 55 obras de varios formatos, realizadas sobre tabla, de técnica mixta, acrílico, o en menor medida, óleo. La ejecución, de pincelada nerviosa, rápida, suelta; el dibujo, supeditado al color, un color que casi denominaríamos urbano, en toda su gama de cálidos y fríos, al igual que la luz, derrochada con generosidad…personalizada para cada “golpe de vista”.

La composición, la organización del espacio, la disposición de elementos, unas veces se articula a base de perspectivas lejanas que embrujan y trastocan el alma, como en “Ciudad dormida III”, “Silencio nocturno” o las Lejanías I y II; otras, mediante contrapicados inquietantes, como “Madrid paz”, “Madrid caos” o “De Madrid al cielo” I y  II. O simplemente con perspectivas mucho más cercanas, propias de la curiosidad del visitante, como en la serie de Casares o las “Casas blancas de la isla de Hydra” I y II.

El tema predominante y protagonista es el paisaje urbano: “…en la ciudad”, desde la ciudad, pero también captura instantáneas de la presencia humana en el mundo rural: las torres de luz. La complicidad nos invade en muchas de sus obras, tan cercanas, tan urbanas, y sin embargo, tan humanas, pues encierran un mensaje positivo, un discurso amable y esperanzador de una urbe viva y solidaria, con mil historias por descubrir, con poliédricas facetas por explorar …es la nueva polis, reivindicada y reinventada por Paz.

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