Pintor con amplia experiencia en el mercado del arte y múltiples premios y galardones.Artísta prolífico, disciplinado, trabajador incansable, su musa sabe que siempre está presto, atento a su susurro. Amante de la pintura por encima de todo, su obra refleja mundos reales cercanos, desde el hiperrealismo hasta el surrealismo y el simbolismo, sin olvidar algún guiño al Pop Art. No menos amplia es su temática: desde la realidad cotidiana vista desde su personalísimo prisma de varias series de naturalezas muertas, pasando por la mitología clásica pero revisada y actualizada. El mundo onírico aparece en su pintura amable…con sueños de gran ideal al fondo, pero de difícil alcance. Adora y juega con los símbolos: signos y códigos bellísimos. Sus paisajes, aparentemente sencillos, contienen insinuaciones inquietantes, y sus autorretratos, revelan una personalidad fascinante. El balance final: siempre hay en su obra un latido optimista, una visión positiva de la vida.
Pintora francesa autora de impactantes obras en las que siempre está presente su fascinación por el Mediterráneo, tanto el norte de África, donde vivió una parte de su infancia, como en la Francia mediterránea donde ha transcurrido el resto de su vida. Formatos de todos los tamaños para un soporte liviano, el papel Canson y una técnica milenaria: la tinta. Las tintas de colores en sus pinceles parecen estallar de ímpetu colorista al servicio de una temática tan antigua como el hombre, la feminidad en sus múltiples vertientes: con mayúsculas cuando se remonta al culto a la diosa Madre, la Potnia Theron mediterránea, al tratar la maternidad, con aparente candidez cuasi infantil en las reuniones de mujeres; con apasionamiento y sensualidad al tratar la sexualidad femenina como culmen del sentimiento amoroso. Predomina la composición cerrada en la que la ausencia de perspectiva, la superposición de figuras y cierta tendencia al “horror vacui” consiguen obras impactantes de aparente ingenuidad, donde triunfa el concepto sobre la forma. Asistimos de este modo a la rotunda plasmación del interior femenino desde la óptica de una mujer que desentraña magistralmente los misterios de su sexo.
Los óleos sobre lienzo consuman la simbiosis cultural de la autora. Oriente y Occidente están presentes en medinas de ciudades y oasis, intemporales, en los que el color y la luz componen esbozos dignos de las Mil y una Noches. El urbanismo irregular, caótico, se descompone en mosaicos tonales que invitan a ensoñaciones en las que participan todos los sentidos. Obras llenas de optimismo en las que el tiempo se detiene; llenas de amabilidad, calidez y ternura femenil que no entiende de religión, idioma, raza…La ejecución es a base de pinceladas largas, lánguidas, o bien toques briosos cargados de materia en las palmáceas. La composición muestra horizontes en los que la arquitectura lo llena todo, pero dejando traslucir múltiples sensaciones embriagadoras.
Suele recurrir Gonzalo a la línea ondulante en movimiento con sentido de non finito, lo que le acercaría al Arte Cinético, e incluso al “Minimal Art”, pero sus hebras coloristas son más bien unos refulgentes “Hilos de Ariadna”, señalizando, a modo de balizas, las encrucijadas y dubitaciones vitales en medio de un sugerente medio acuático. Obras de fascinante y sutil elegancia, dominadas por una belleza conceptual de sello inequívocamente personal y resultado tremendamente original.
Esta artista gallega afincada en Madrid, empezó con Stoa ya desde el inicio de su andadura y muchos han sido los coleccionistas y particulares que se han dejado seducir por la sublime, magistral e impactante obra de Gloria. Domina las diferentes técnicas del grabado: la xilografía, la punta seca, el aguafuerte, el linograbado… realizando un trabajo creativo y artesanal propio de otras épocas. Al primor en la ejecución de las planchas, le sigue un minucioso y prolijo cuidado en el tintado de cada pieza de papel y el resultado es una obra singular, con temas que abarcan desde lo étnico , el paisaje andaluz, el paisaje urbano, las fuerzas de la Naturaleza, pasando por la naturaleza muerta o el retrato, hasta los temas bíblicos, mitológicos , o históricos.
Predominan las obras trabajadas con varias planchas y el color es uno de los protagonistas en formas cercanas a la abstracción. Sin duda esta artista es la mejor opción para iniciarse en el mundo del Arte y el coleccionismo, pues las Artes Gráficas permiten conseguir obras en ediciones limitadas en las que cada copia individual va numerada y con la firma del artista a precios muy asequibles.
Artista plástica, excelente grabadora. Poseedora de una técnica depurada, pulcra y minuciosa propia de los grandes maestros, pero al mismo tiempo, suelta, briosa, potente y fresca, rebosando contemporaneidad.
Pintora que ama la materia y parece caminar a la abstracción aunque, en realidad, lo hace desde ella, por eso sus paisajes son táctiles, conceptuales, buscando esencias.En ese excepcional ejercicio de sinopsis, desgrana líricas imágenes que parecen haber conseguido vida propia tras su génesis: arabesco de color en la serie “Fondos de Mar”, pincelada suelta y lánguida con tonalidad arrebatadora en “Estela”. La suya es una pintura de iniciación a la abstracción desde la figuración para los no iniciados.
Ante la obra de Paz, la impresión más fuerte es la de que estamos ante un desnudo integral, un desnudo del alma, puro mundo interior. Sus ciudades reflejan su visión de la vida: amante y amiga de las personas, sus amigos, pero temerosa de la gente, a la que sin embargo necesita. Vistas de áticos imposibles, pero seguros, desde donde disfrutar de la ciudad con casas vivas, con gente en su interior, intuyéndose apenas, lejos, sin agresión…pero están ahí. Es una visión bella y silenciosa de la gran urbe pero percibimos su latido humano, sus esencias, casi su bullicio interior, pero no hay nadie visible. Es un mundo a la carta en el que cada espectador, casi cada golpe de mirada de uno mismo, nos devuelve una sensación distinta…”Impresión, ciudad confusa”.
La ejecución es rápida, desglosando pinceladas o golpes de paleta, desmaterializando fondos o detalles a modo de mosaicos, sacando colores imposibles de ese sentimiento inspirador que la colocó ante la tabla o el lienzo con determinación. Son instantáneas, sentimientos, emociones de un momento…o tal vez de toda una vida, esbozadas para que cada mirada las termine.
Artista enamorada del paisaje urbano en el que no hay gente, sólo los edificios y calles plagados de esa atmósfera y colores que únicamente la acción antrópica puede crear. Una de sus series más prolíficas es la dedicada a La Alcazaba de Málaga. Todas las obras captan instantes vividos en esa fortaleza musulmana reinterpretada a finales del siglo XIX y comienzos del XX. En ellas aplica colores intensísimos con la paleta optimista que es habitual en ella. La pincelada suelta, sin titubeos, a veces frenética, y muchas veladuras ágiles y nerviosas realizadas frecuentemente con los dedos. La luz, casi cegadora, responde a un luminismo sureño afín al mundo taifa que refleja. Predominan las amplias perspectivas simulando ser espacios vistos desde uno de los «cuartos» de este palacio-fortaleza, así como la vista de la entrada a este conjunto palacial. Inseparable de esta austera arquitectura es su complemento, la otra arquitectura, la del paisajismo aledaño y, por supuesto, la delectación en el urbanismo aleatorio y caótico de mágicas reminiscencias, siempre tan sugerente.
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