«DE LO CORPÓREO Y EVANESCENTE «
Comisariada por Conchi Álvarez
Tan antiguos como el ser humano, son el culto al cuerpo y su representación plástica. Basta recordar las famosas Venus prehistóricas de exuberantes atributos sexuales, cuya creación estaba ligada a ritos mágico-propiciatorios de fertilidad. Posterior en el tiempo es el culto al cuerpo masculino. Los kuroi arcáicos griegos, deudores de la estatuaria egipcia, también tenían un sentido religioso, pues eran obras para recordar y gloriar al héroe de los Juegos, celebrados en santuarios. Más tarde llegaría la búsqueda del “arte por el arte” en la plasmación plástica, la pura complacencia en la belleza corporal, el arte clásico. Las esculturas masculinas de atletas o dioses, al igual que las Venus femeninas, establecieron modelos iconográficos inmortales. A partir de ahí, una constante evolución para deleitarse en la comparación de las dispares manifestaciones que la plasmación del hombre y la mujer conlleva.
Esta muestra intenta reflejar una visión radical de esa dicotomía a partir de la obra de dos artistas de la nueva figuración andaluza: Joaquín Molina y C. Álvarez.
JOAQUÍN MOLINA
Joaquín Molina, artista sevillano, ofrece en sus esculturas el acercamiento más delicado posible a un mundo aparentemente poco amable, el de los culturistas. Sus bronces modelan cuerpos exuberantes que cuentan historias sencillas, pero vitalmente profundas. Obras en las que el artista plantea su propio modelo de canon ideal.
CONCHI ÁLVAREZ
Plantea el mundo de la mujer con una visión intimista y amable. Reinas del lienzo, despliegan toda la complejidad femenina, pletóricas de exuberante sensualidad, sin perder delicadeza. Soberanas que sueñan escenas imposibles, siempre conscientes de su belleza.